Ya hemos hablado con anterioridad sobre los avances que la medicina y la ortopedia podrían experimentar gracias a esta nueva tecnología.

Quien haya tenido que asistir a clínicas de fisioterapia y rehabilitación, estará acostumbrado a ver a jóvenes dentro de enormes corsés de hierro y plásticos para tratar de corregir una desviación de la columna llamada escoliosis

La escoliosis es  una desviación lateral de la columna, en forma de S o C, que tiene orígenes diversos, y que afecta sobre todo a mujeres jóvenes.

Su tratamiento pasa por la rehabilitación, y, en casos extremos, por la cirugía. El corsé es una medida intermedia, y los jóvenes, casi todos de sexo femenino, deben llevarlo durante periodos de tiempo que oscilan entre todo el día durante un periodo de su vida, a algunas horas durante la noche.

En todo caso, estos corsés pueden ser tremendamente aparatosos, aprisionando el torso desde la cadera hasta la axila, y poco estéticos. lo que redunda también en la autoestima que los pacientes que deben llevarlo.

 

Una de las consecuencias que tiene esta incomodidad, tanto física como psíquica, es que los pacientes se retiran el corsé antes de que la desviación esté completamente corregida, lo que se traduce en una disminución del éxito del tratamiento.

Para evitarlo, la impresión 3D puede aportar una solución a estos problemas.

3D systems ha adquirido la patente del corsé  Bespoke  El corsé  Bespoke es ligero, y está pensado para ajustarse al caso individual del paciente, ya que  para diseñar cada uno se utiliza una imagen escaneada del cuerpo que debe llevarlo,.

Además,  es transpirable, y puede imprimirse en diferentes estilos al gusto de cada uno.

El proceso para construirlos es el que sigue:

Un prototipo del corsé es ajustado al caso del paciente concreto, y cuando se considera que es correcto, se digitaliza para crear una capa interna de referencia.

Una vez digitalizado, el corsé se manipula y ajusta, imprimiéndose mediante SLS (sinterización láser selectiva) para optimizar la comodidad del mismo, además de la flexibilidad y la durabilidad.

En el siguiente vídeo podemos ver el proceso de escaneado.

Según su diseñador,  Scott Summit, «el objetivo principal es combinar el diseño, la moda y la tecnología, para crear un corsé más atractivo para los pacientes, y por tanto, más efectivo en relación al tratamiento».

Un equipo de impresión 3D para medicina ha trabajado con el  Dr. James Policy  de la Universidad de Stanford y  Robert Jensen, un ortopeda de  Oakland, California, que trabaja en  Ortopedia Laurence, para probar el nuevo corsé en el hospital infantil de  Oakland.

Al probar el producto con niños, Policy afirmó que

«todos los niños querían el corsé Bespoke. Teníamos un pequeño modelo a escala en el escritorio y cuando los niños lo veían, querían uno como ese. Nunca he visto a los niños responder de forma tan positiva a un corsé. Era genial ver que, cuando lo tenían ajustado, muchos de ellos  lo enseñaban a sus amigos“.

Este corsé es otro ejemplo de la customización de los  tratamientos, ajustándolos a cada paciente. Este procedimiento podría no solo ahorrar dinero sino también mejorar la adhesión de otros agentes de este mercado  a la tecnología.

Según el propio Policy,

«harán falta datos para convencer a aseguradoras y la comunidad médica del valor de la impresión 3D, pero el sentido común nos dice que si a los niños les gustan sus corsés, y se sienten más cómodos llevando estos aparatos, veremos cómo cumplen mejor los tratamientos y cómo estos tienen más éxito. Los primeros datos. procedentes del estudio piloto, apoyan esta hipótesis. El corsé Bespoke promete ser un importante avance para estos niños.”

Fuentes:
Medcity News
Bespoke
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