La impresión 3D es una auténtica revolución en la manera de fabricar. Junto a la ciencia de materiales, la conectividad, la robótica y otras disciplinas, va a cambiarlo todo.
Pero no se cambia el mundo haciendo yodas y batarangs. Ni siquiera con pizzas. Y esa es la impresión 3D que encandiló a los medios, la de las corbatas y los vasos y las pizzas, las máquinas domésticas baratas y el Do-It-Yourself. Y esa es la que ha fracasado.
El 31 de Marzo, Pinshape cerrará, y esta misma semana, Solidoodle ha anunciado el cese de operaciones. 3DSystems y Stratasys llevan tiempo funcionando mal en bolsa.
Muchos proyectos de apariencia atractiva en impresión 3D acaban mal.
Las empresas de impresión 3D empiezan a ofrecerse como «consultores» (todos ellos) porque se venden menos impresoras y ya no salen cada vez más y más baratas.
Mientras El Corte Inglés incluye la impresión 3D en la publicidad de su 75 Aniversario porque representa la «alta tecnología» en los medios, está cada vez más claro que las impresoras no van a coger su lugar al lado de cada microondas.
Pero eso ya lo sabíamos, algunos: y no pocos, sino muchos. Otra cosa es que no te lo digan mucho o muy alto, porque si la realidad no debe arruinarte un buen titular, menos ha de arruinarte una ronda de financiación o la venta de una máquina a un cliente que no la necesita.
Fascinaciones y desengaños
El término «impresión 3D» es una golosina para los medios de comunicación, un cebo que muerden una y otra vez sin descanso, mezclando importantes avances con numerosas sandeces y noticias repetidas una y otra vez sobre que la impresión 3D nos va a hacer la comida mañana. Repito: no es verdad, y no lo va a ser.
¿Qué ocurre cuando alguien se da cuenta que no lo es?
Que se siente timado y comienza a pensar que todo lo que verá en adelante impresión 3D es una burbuja. Entretando, mucha gente ha hecho el agosto alrededor de ella sin muchos escrúpulos.
No es un proceso nuevo. Hubo burbuja de las «puntocom», pero al final Krugman no tuvo razón y si, Internet ha cambiado el mundo.
Podríamos seguir hablando de la misma situación en anteriores revoluciones. Es, quizá, lo que pudo pensar alguien de la imprenta cuando de ella empezaron a salir sólo biblias y relatos guarros… mientras hubieron de pasar muchos años para que los «journals«, las revistas científicas, revolucionasen la ciencia.
O lo que dijeron de la cadena de montaje, que, lógicamente, tardó mucho tiempo en superar a la técnica artesana. Y la millonaria industria del cine comenzó como fenómeno de feria. No pasa nada, es una historia vieja.
Demasiado que abarcar
La impresión 3D, básicamente, consiste en añadir capas de material hasta conseguir el objeto deseado, mientras que la fabricación industrial tradicional consiste en sustraer a, o deformar, un bloque de material. Fabricación, he dicho. Casi nada. No es amplio el término, no.
Pues sí: la fabricación, y también la fabricación aditiva, son un mundo amplísimo, formado por muchas tecnologías diferentes (y cada vez más) que sirven para imprimir con diferentes materiales, en diferentes tamaños, sean cuales sean las características físico-mecánicas del objeto.
Estamos hablando de algo que potencialmente puede sustituir a un alto porcentaje de los procesos industriales actuales y que marcará sensiblemente lo que ahora llamamos neoindustria (que se hará, algún dia, también vieja, pero lo de la máquina de hacer cosas de Star Trek no está a la vista todavía).
Por qué ha fracasado la impresión 3D doméstica
Insistiré en que la industria continuará, y la fábrica no se trasladará nunca del todo a casa. Yo prácticamente no tengo en casa ni herramientas de bricolaje. No queremos hacer el esfuerzo de hacer nuestros vasos fabricándolos en lugar de comprarlos en el chino. O los hacemos y ya no tenemos nada que hacer con la impresora. Sin duda, habrá una impresora (una diferente en cada lugar) cada pocas casas, pero no en todas las casas.
Muchas tiendas la tendrán, habrán talleres de fabricación con ellas (ya están los fablabs), y la industria del mantenimiento, desde el autónomo a la gran empresa, las usarán.
Pero para imprimir yo todo lo que necesito precisaría cientos de ingenieros trabajando en exclusiva para mí, con decenas de impresoras 3D por valor de muchos millones de euros. O sea: que sí, que se puede hacer, pero que la impresora es una herramienta, que aún necesita personas para conseguir hacer lo que otras personas necesitan. La división del trabajo sigue siendo la esencia del desarrollo humano y lo que nos puso a salvo de los depredadores y nos tiene viviendo cinco veces más tiempo y con más calidad. Y lo que le queda por dar. El «hazlo tú mismo» es genial para quien quiera hacerlo él mismo, pero yo no quiero hacerlo todo yo.
Qué está ocurriendo realmente
¿Es una industria en crecimiento? Sin duda. ¿Hay cada vez más actores? Claro. ¿Se está consolidando y despegará varias veces, llegando a crecer exponencialmente? Sí.
Porque, mientras las impresoras de chocolate deslumbran al mundo (no tengo nada en contra del chocolate), los límites de este tipo de fabricación se van rompiendo.
HP abre sus puertas aditivas, la medicina cada vez encuentra más aplicaciones, mientras las aplicaciones específicamente de bioimpresión y las 3D multifunción avanzan, la ingeniería va a cambiar sustancialmente a partir de aplicaciones de la impresión 3D.
Airbus pasa el 50% de la fabricación a fabricación aditiva, parece claro que el sistema de patentes va a hacer aguas antes de cambiar gracias a esta tecnologia, se amplian los materiales con grafeno o vidrio, se combinan impresión 3D y otras máquinas herramienta…
De manera que la revolución tecnológica es un hecho aplastante y el impacto en nuestras vidas ya comienza a notarse en cosas realmente importantes.
Me alegro, me alegro y me alegro
Por tanto, algunos profesionales nos alegramos de que la burbuja se desinfle y deje de parecer un fenómeno de feria como el cinematógrafo. Sí, nos alegramos de que la burbuja fiestera, el hype que ha movido enormes inversiones a apuestas fantasiosas sin una orientación clara de mercado, comience a retirarse.
De esa forma, la impresión 3D podrá empezar la verdadera revolución redirigiendo esas inversiones y esfuerzos, y comenzar a cambiar cómo construimos, sanamos, viajamos, investigamos, y fabricamos todo tipo de cosas. Esas cosas con las que vivimos. El mundo, vamos.
La impresión 3D ha muerto. ¡Larga vida a la impresión 3D!
Estoy en desacuerdo totalmente. La impresión 3D sí es una revolución y para algunas industrias esto ya es una realidad. Medicina, Automotriz, Prototipados… sin duda es la industria el motor de la actual sociedad y son las industrias las mayores promotoras y consumidoras de estas tecnologías. Si se observa desde la perspectiva del usuario doméstico y común, en efecto, de momento puede parecer un lujo. Pero lo mismo se pensaba de la PC. La computadora en sus orígenes era un terreno exclusivo de las grandes empresas con sus mainframes… Hoy en día, no concibo a nadie sin usar siquiera un celular. La industria 3D apenas comienza. Cientos de miles de prototipos se están fabricando hoy en día en la industria joyera (China tiene un edificio lleno de las impresoras más caras y sin duda dominará al mundo con sus diseños), la automotriz, etc. etc. etc. Totalmente en desacuerdo.
En ese caso, o yo me he explicado muy mal, o no has leído con mucha atención más allá del titular, porque lo que dices se recoge en el artículo y estamos plenamente de acuerdo en ello 🙂
me parece que no leyo juanjo 😛
Pesima nota. No se entiende a donde queres llegar
Mira, es fácil lo que dice y directo: Se estaba malbaratando y en base a engaños que la impresión 3D cualquiera la podría hacer, vendían mucho aprecios muy bajos, PERO, se esta descuidando la calidad y el desarrollo de grandes proyectos, es decir el verdadero potencial se estanco por la ambición de querer vender a cualquiera una impresora 3D, al fracasar este mundillo, las grandes empresas deben voltear nuevamente a el echo de que 3D es más que un «juguetito», es una gran tecnología que puede ir mucho mucho más lejos, así quienes son unos profesionales del 3D, volverán a ser protagonistas en base a su capacidad y calidad.
Exacto, no se explica, puro refunfuño retórico
Leer antes de opinar no te caería nada mal
Deberíamos ver si el planteamiento de este artículo ha cambiado con los nuevos acontecimientos y la función que las impresoras 3D están teniendo en la crisis del coronavirus.
Un saludo
Hola Agnes, pues ciertamente debería ser replanteado desde ese punto de vista, nunca ante hubiéramos imaginado que esos equipos domésticos que parecían relegados a un hobbie llegasen a ser tan relevantes para dar una solución rápida a una crisis sanitaria. Todo el equipo de este blog está participando desde el comienzo en el movimiento coronavirusmaker.org y no esta la única lección que hemos aprendido durante los últimos 20 días. Esperamos poder escribir un artículo mostrando el potencial de este movimiento en cuanto nos sea posible.
Gracias por tu aportación.
Bueno…
Yo necesito una impresira en mi casa y estoy a puntiti de comprármela.
Desde ñajo me ha atraido la ingeniería y siemores estoy ideando e inventando.
Una impresora 3d, me vendría que ni pintada, para realizar los mecanismos, motores y cajas para circuitos que diseño y necesito.
Totalmente de acuerdo…..
Pero quien ha dicho lo contrario. Jajaja
Quién es el autor de este artículo? No veo la firma por ninguna parte… Qué clase de periodismo es éste? El autor seguramente no debe ser de este planeta o, sencillamente, vive encerrado en una habitación, confinado… Pero aislado del mundo. Acaso no ha visto que la impresión 3D es la solución a la actual falta de material sanitario por la pandemia? Evidentemente que una impresora 3D no es una tostadora ni lo será. Pero la fabricación aditiva es ya una realidad y no hay marcha atrás. Una sugerencia al autor: hágale un favor al mundo y deje de escribir. La impresión 3D lo agradecerá.
Mi experiencia personal como cacharreador que me gusta llevar a la practica, o al mundo real, mis ideas e inventillos, he de decir que la impresora 3D ha sido espectacular.
Al principio cuando me entere del tema pensé, «para que la voy a hacer servir yo?», pero luego fui viendo que si queria montarme un robotillo que corriese por casa, una caja a medida para una placa electronica o simplemente unas patas para ajustar una mesa, con ese cacharro llamado impresora 3D podria.
Se que estos ejemplos que he puesto también se pueden llegar a realizar sin ninguna impresora 3D, pero es más manual el proceso, necesita de más herramientas y lo que he aprendido sobre la construcción de maquinaria no hubiese sido posible sino me hubiese embarcado en este mundillo de las imrpesoras 3D.
Estoy de acuerdo que se vende, o intentan vender, impresoras al público general como algo que solo es imprimir y listo. Esto es un error porque se necesita de unas horas de aprendizaje para poder hacerla servir correctamente y sacarle todo el partido (igual que con cualquier maquinara generalmente).
Yo no se si no hubiese habido este «fenómeno de feria» hubiese llegado a mis manos esta tecnologia. Pero sabras tan bien como yo que las tecnologias de fabricacion estan completamente fuera del alcance de las personas con un tallercito que les gusta cacharrear, inventar, construir, … Pero en casos como con las impresoras 3D se agradece que podamos acceder a procesos de fabricación cerrados a los creadores de garajes que no pueden gastarse lo que valen las máquinas profesionales. Por eso digo que si para poder acceder a esta tecnologia un «mortal» como yo es necesario un «fenómeno de feria», pues entonces me alegro de que haya ocurrido.
Siento que sea una mala situación para algunos profesionales y no me alegro por ello y espero haber podido explicar mi punto de vista y haya sido entendido (redactando soy nefasto)
Un saludo :D!
Creo que estamos de acuerdo en todo, Fran. Hemos visto de cerca y en primera persona ese tipo de procesos y los cambios que supone incluso tener una impresora sencilla para trabajar (que tiene muchas aplicaciones profesionales, ¡muchas!). El problema no es la tecnología, sino el marketing engañoso y la mala orientación al mercado de las mismas, y el hype que se produjo.
Nos dedicamos profesionalmente a la impresión 3D con Tikoa, y esto fue pasión antes que profesión, así que hemos podido comprobar también las mejoras que supone la tecnología en todo tipo de procesos.
Además, la popularización de las reprap y todo lo que ha llevado consigo también tiene un lado bueno: dar a conocer y que gente como tú la conozca y la use. Nada que objetar a las máquinas sencillas (que nosotros vendemos y tenemos y usamos). La objeción es al sobredimensionamiento y las inversiones absurdas, los prototipos que ganan en Kickstarter y no se pueden producir, el discurso engañoso de quienes las venden con intención de que los críos se hagan juguetes y los mayores sujetateléfonos.
Para nosotros no es una mala situación. Nos movimos muy pronto al sector profesional y al análisis sistemático (que además ahora ha engendrado un observatorio permanente del que estamos orgullosos), pero nos da pena ver a gente que empezó con nosotros tan estancada y tan cansada de algo, simplemente por haber mantenido el error inicial de ingenuidad e idealización con el que, por supuesto, nosotros también arrancamos.
Ningún problema con tu redacción, todo clarísimo. ¡Gracias por participar!
Una opinión muy subjetiva y sesgada . Es como decir: la impresión 3d no sirve porque es lenta y no se puede lograr el volumen de la fabricación tradicional.
Ninguna herramienta es universal y definitiva.
Es una opinión y como tal no se la debe discutir.
Uno simplemente puede discernir (quienes puedan) o simplemente estar en desacuerdo con lo expuesto.
Por mi parte, considero que una parte (valga al redundancia) del contenido de la nota, contextualizado como corresponde en tiempo y espacio, bien podría haber estado dirigido hacia la creación del lenguaje escrito o la rueda (¿quien necesita una rueda en su casa?).
Por otro lado estoy de acuerdo en que la tecnología esta en etapas de desarrollo, aunque no soy cerrado respecto a las posibilidades futuras de la misma. Al mismo tiempo, son los medios (que necesitan vender cuentos) y el marketing aplicado (quien gobierna el campo) quienes en realidad deberían soportar el peso del fracaso monumental, como se lo ha demostrado infinidad de veces, a tal punto que en algunos países la publicidad engañosa es penada por ley. De aquí en adelante podrías derivar la conversación hacia ramas políticas que no vienen al caso.
La impresión 3D es una revolución industrial en potencia, aunque se trate de limitar su imagen a revolución tecnológica. El incremento en las licencias open source compiten con la corta visión de la necesidad de equipos de ingeniería para diseñar cosas, cuando simplemente podemos hacer uso de un trabajo compartido sin fines de lucro. Y es ahí el punto clave sobre la impresión 3D como potencial revolucionador de la industria, en clara relación con el impacto económico que traería el considerar la existencia de productos diseñados no solo para solucionar problemas, sino para hacerlo de manera durable en el tiempo; siendo ello una hermosa antagónica del actual modelo que solo procura maximizar ganancias.
Mas allá de la (acusable) utopía en mi mensaje, soñar por debajo del ideal, es negociar y resolver por debajo de lo posible.
Saludos
«La Impresión 3D es el medio, no el fin»
Yo veo a la impresión 3D como una herramienta más que se une a los procesos industriales, al igual que el software de diseño en general, no vienen a reemplazar definitivamente algo en concreto. Y como en cualquier «Boom», el hecho de acceder fácilmente a una tecnología no garantiza su comprensión o incluso buen uso. Y es ahí donde está el peligro. No hay peor propagada que un Mal usuario convencido de que es experto.
El artículo habla de que fracasó la impresión 3D a nivel casero. Lo que no se menciona es que aún en el uso doméstico la impresora 3D incentiva al que la use a diseñar e imprimir sus propias creaciones. Nuevamente se puede hacer el paralelo con los primeros computadores personales: al inicio no servían para mucho más que simples juegos, pero un porcentaje de usuarios tempranos aprendieron a escribir código y luego fueron los inovadores del internet. Algo similar pasa con el diseño 3D. En el futuro los medios de producción van a ser más accesibles y la calidad del producto dependerá de la calidad del diseño. El diseño 3D va a ser una profesión con alta demanda. China ya se ha dado cuenta de esto y están preparando la futura generación de diseñadores al colocar 400,000 impresoras 3D en escuelas primarias. Es previsible que manufactura digital va a requerir de cada vez menos trabajo manual, pero el diseño deberá ser hecho por un ser humano. China se está preparando ahora para ese cambio. …¿Y en Latinoamérica, cuándo veremos una nueva tecnología como una oportunidad para salir del subdesarrollo?
En resumidas cuentas, es cierto que el marketing y la prensa hablaron de las fantásticas impresoras 3D, «plug-and-play» que podían imprimir cualquier cosa, sin mencionar que se trata de una herramienta que debo aprender a usar. Sin embargo no hay que olvidar que entre los jóvenes que tienen acceso a una impresora 3D hay algunos que decidieron aprender a diseñar sus objetos. Quizá alguno de ellos será el próximo Bill Gates o Elon Musk.
Eso es cierto. Las impresoras sencillas tienen ese efecto. A lo que hacemos referencia es a que el mercado ha creado una burbuja interesada en cuanto al alcance de estas máquinas. ¡Pero tienes razón! Benditas sean y bendito sea lo que permiten hacer, lo que permiten aprender y avanzar. Por eso seguimos trabajando con ellas nosotros y con clientes 🙂
Hola, mi nombre es Gorka y soy director tecnico de una empresa de fabricacion aditiva tanto en metal, como en plastico. Nuestros principales clientes provienen de la industria aeronautica y medica.
Unicamente me gustaria felicitarte por el EXCELENTE articulo que has realizado. Estoy totalmente de acuerdo contigo. En mi opinion esta tecnologia tiene un recorrido increible pero no es verdad todo lo que se dice. Creo que va a ser una revolucion pero como todo en esta vida tiene ciertos limites.
Un saludo y otra vez mas felicidades.
¡Muchas gracias, Gorka! Un saludo, y ya sabes donde estamos!
Me gustaría dar mi opinión sobre el futuro de la impresión «casera» dado que en este tema sí difiere algo sobre lo aquí comentado.
Yo sí creo que, en un futuro incierto y mientras la situación geopolítica/economía no «pete», habrá «una impresora por casa». De igual modo que se compra un libro en una librería aún teniendo una impresora de tinta en casa, creo que en el futuro se podrá usar la impresión 3d con similares situaciones. (Puntualización, la escritura en formato papel se está perdiendo. La fabricación de objetos físicos, por ahora, no creo).
Es verdad, que la evolución de la tecnología será primordial para ahorrar costes, tiempos, facilidad de uso y permitir la fabricación compleja.
Pongo un ejemplo:
– Quiero cambiar la funda del móvil.
– Busco en internet un modelo que me guste.
– Compro «un archivo» (por hacer un símil, un PDF).
– Lo imprimo en casa.
Obviamente, la impresión 3d tiene que llegar al punto en que imprimir una funda de móvil sea tan sencillo y rápido como imprimir un PDF. Pero pienso que no es una utopía llegar a ese situación.
¿Y si llegamos, en un futuro incierto, a poder producir ropa?¿O la pastilla para el colesterol?¿O un cable de cobre?¿O una placa base de un ordenador? Vale, lo de la placa base es un futuro incierto un poquito largo. A lo mejor…
¿Igual que compramos tinta, compraremos los «materiales» para fabricar la pastilla del colesterol?
¿Las farmacéuticas venderán un «PDF» encriptado con la formula de su pastilla y un cartucho de «tinta» para que te imprimas una pastilla específica recetada por el médico con la dosis justa para ti?
Los costes de fabricación, almacenaje, distribución, caducidad, etc. se los ahorra la farmacéutica y se los «come» el usuario final.
Ignoro cuan difícil es fabricar una pastilla de colesterol, pero si yo fuera una farmacéutica…
Quizás sea una cuestión de tiempo… A mi modo de ver, la pregunta no es si habrá una «impresora 3d por casa». La pregunta será ¿Cuándo?
Muchas gracias por la oportunidad de exponer mi opinión.
Un abrazo.
La respuesta debería, quizá, ser más antropológica que tecnológica. Es cierto que hay muchas tecnologías que han reducido con el tiempo la barrera de entrada, como la tecnología necesaria para hacer bricolaje o la misma agricultura. Sin embargo, al reducirse la complejidad y el coste, los humanos «pasan a otra cosa» y continúan (por suerte) dividiendo aún más el trabajo. Mi pequeña predicción es que ocurrirá más o menos lo que ocurre con el resto de tecnologías.
Hola, coincido en que las 3D printers de los Makers que hicieron la burbuja desde luego no están destinadas a llegar a popularizar como se prometía, como mencionas los procesos de fabricación tienen su razón de ser y las piezas fabricadas en impresión 3d no pasan la prueba costo-beneficio-confiabilidad, para muchos de estos casos.
Estaba convencido de que era una tomada de pelo total hasta que vi las impresoras que imprimen fibra de vidrio y fibra de carbono (no he visto las de grapheno que tengo entendido ya las hay). Tengo entendido que estos materiales son altamente susceptibles a economizarse si se superan inconvenientes como patentes y la alta cantidad de contaminantes al producirlos masivamente. Por lo que desde mi punto de vista la burbuja se podría volver a inflar. Y esta tecnología podría competirle de buena manera a la manufactura flexible convencional de talleres mecánicos pequeños y medianos, claro está, para ciertas aplicaciones.
dejo un link por si es de su interés
http://www.symsolutions.com/partner-products/markforged-carbon-fiber-3d-printer
Saludos
Estamos viendo cada día cómo esas aplicaciones mejoran y se hacen más útiles. De hecho, las tecnologías derivadas de RepRap tienen muchísimos usos profesionales. Pero aún ni siquiera han cubierto un espectro suficiente del prototipado, porque estas cosas son lentas. De modo que, aunque la utilidad avance en ciertos materiales, sería extraño que se produjese una burbuja tan notable como la anterior. Pero vamos, que no es más que una predicción y no tenemos bola de cristal 🙂 ¡Gracias por el enlace!
Muchas felicidades por el artículo Juanjo, no podemos estar más de acuerdo con todo lo que dices.
Un sinsentido de articulo, nos habla del fracaso de la impresion casera mientras casi todas las empresas que nombra que han cerrado ovan mal son industriales.
Y en todo caso eso no significa nada, es una teconologia nueva que ha sido accesible a muchos fabricantes a la vez, es normal que pasados unos años unos vayan quedando por el camino. Los menos competitivos supongo
Desde luego este es un artículo que genera controversia, entendemos tu opinión, especialmente si hace poco que empezaste en este sector. Debes tener en cuenta que este artículo se escribió cuando la impresión 3D aparecía en televisión cada día y siempre bajo el pretexto de que se implantaría en todos los hogares en muy poco tiempo como si fuese un electrodoméstico más.
Saludos
Lo que ha llevado a nuestra civilización al nivel al que hemos llegado, es la innovación, y la impresión 3d es una magnífica herramienta para innovar. Muchísimas personas ingeniosas que no tienen acceso a la fabricación de elementos que ayuden a impulsar el desarrollo de sus ideas en muchas áreas, están encontrando en la impresión 3d un cohete para impulsar su productividad. Lo que ha muerto para algunos tal vez, es la idea que la impresión 3d iba a cambiar la manera en la que manufacturamos de un día al otro. Estamos solo en el comienzo de lo que ya está cambiando la manera en la que muchas industrias innovan.
Desde esto, para nada creo que la impresión 3d esté muriendo.
Excelente artículo. Lamentablemente nos pone los pies en la tierra a los que entusiasmados adquirimos una impresora 3D. Cómo ingeniero utilice y desarrolle algunas piezas que al final no cumplen con la calidad deseada y aun consultando los cientos de videos para detallar una pieza cosmética. Construí un seguidor solar con diseños que alguien más subió a internet. Las piezas que construí tuve que pagarle a un arquitecto para el diseño en autocad. Al final de cuentas la impresora sigue ahí guardada en un rincón. Ya no le encontré un uso real y en espera de que llegue un mejor material. Es un buen juguete para los que nos gusta saber cómo funcionan las cosas y que nos llena de satisfacción crear algo por nosotros mismos.
Hola Alejandro, nos alegra que el artículo te haya sido de ayuda, este realmente no muestra el largo proceso de aprendizaje que supuso para nosotros darle una utilidad real de fabricación a ciertas tecnologías de impresión 3D, sobre todo cuando hablamos de productos de uso final. En tu caso entendemos que necesitabas la máquina para prototipar, por lo que seguramente el problema vino por no escoger la tecnología adecuada, algo en lo que todos hemos caído una o varias veces.
Como sabes, existen más de 15 tecnologías distintas que se comprenden como fabricación aditiva, y a las que sólo les une su nombre como denominador común, ya que sus utilidades, capacidades y propiedades difieren mucho entre sí.
Si necesitas ayuda con tu proyecto no dudes en ponerte en contacto con nosotros, saludos.
Hay que ser corto para las burradas que dices y además tremendo desconocimiento. Por publicar se dicen estas cosas. Estudia.
Hola, si ves a la impresión 3d meramente desde el lado doméstico deberías abarcar también el aprendizaje y las ventajas de diseño de piezas irremplazables que conlleva. Además la tecnología aditiva no se presenta con el objetivo de estar al lado de un microondas. Cómo todo, es cuestión de tiempo para que se pulan y perfeccionen los desajustes. Saludos
He leído el artículo de arriba abajo y estoy en desacuerdo, se que te alegras del giro que está dando en el mercado, a lo mejor porque eres inversor, pero no es ninguna novedad y por otro la especulación y propaganda que han hecho los medios fue positiva porque ha resucitado una tecnología viejuna, máquinas cnc, que se ha renovado con nuevos diseños, técnicas y tecnologías.
Yo conocí las impresoras 3D por medio de ObiJuan, con él aprendí que esta tecnología está al alcance de cualquiera y no es cara, me fabriqué mi primera impresora 3D basada en la archifamosa prusa i3, correas de viejas impresoras, la fuente de un ordenador viejo, arduino, etc..
Con el tiempo fui mejorando la impresora y como la cosa estaba mal de trabajo por la crisis, 2013, decidí usarla ya no sólo para fines ociosos sino para ganar dinero. Un nicho que pude explotar fue el de piezas customizadas orientadas a la decoración y para vestimenta, carnavales, etc… Lo que me llevó a dejarlo fue que no tenía una gran demanda y que no era rentable, requería mucha atención, tiempo, costos elevados que para mi infraestructura personal no era la adecuada. Aún así, si bien mi pasión decayó, para cosas puntuales era bastante práctica, por ejemplo necesitaba una tapa con un diámetro específico para el coche y bien tenía tres opciones, buscaba algo en plan chapuza que me hiciera de tapa, pedía a la casa la pieza o en algún desguace (que me vendería a precio de nuevo) o lo imprimia yo mismo previo diseño con Blender.
En resumen para algunas cosas es práctico, para quien sepa, para otros puede ser una máquina inútil, pero lo mismo pasó cuando aparecieron los primeros ordenadores personales y te lo digo porque yo viví esa época.
Y sobre negocios es lo que hay, siempre hay que reinventarse, buscar nuevas estrategias. La impresión 3D es una de las muchas formas de la tecnología de la automatización, que es la verdadera neoindustria del siglo XXI y todavía estamos empezando, fábricas robotizadas con máquinas CNC, prototipado, algunos almacenes también comienzan a usarla, en la construcción y en hostelería se investiga todavía, es cuestión de tiempo que todo o en su mayoría esté automatizado.
Como arquitecto y aficionado a la tecnología, acabar teniendo una impresora 3D era sólo cuestión de tiempo… de tener el tiempo necesario para implicarme y aprender… y tiempo para que el mercado fuera algo más maduro.
Aún recuerdo mi primer contacto con la impresión 3D… un compañero con una reprap Mendel montada por el, bastante lenta y algo tosca. No parecia el momento de subirse a ese tren.
El mercado ha cambiado diametralmente desde entonces. Sigue requiriendo una curva de aprendizaje, aún son dispositivos Plug&Play al 100%, requieren calibración, mantenimiento, postprocesado…
Pero tras 2 años de pruebas, mejoras de hardware, cientos de diseños, muchos filamentos probados… tengo claro que las máquinas domésticas son una gran plataforma de aprendizaje, una puerta hacia no solo a la fabricación aditiva, sino también a otros tipos de fabricación CNC, proyectos electrónicos, programación, robótica, domótica…
Obviamente habrá quien se quede en hacer Budas y Yodas… y aún así estoy seguro de que esas personas se verán empujadas a límites que ni esperaban. Quizá el día de mañana esa experiencia le sirva en su trabajo… o le habrá la puerta a un trabajo más tecnificado.
Tampoco es necesario que cada persona tenga una impresora 3D en casa, es una visión simplista que solo puede salir de alguien que no sabe nada de impresión 3D. Pero es posible que casi cualquier empresa relacionada con la fabricación acabe teniendo contacto con la impresión 3d… aunque sólo sea una pequeña máquina doméstica para prototipado.
Creo que una impresora 3d es una herramienta útil… Para un diseñador, ingeniero, arquitecto o persona capacitada para realizar modelados 3d, esa condición ya determina que no es para todo el mundo. A partir de esta condición, dentro de dichos profesionales son pocos los que se animan a la electrónica y a trabajar con máquinas conflictivas y propensas al error como son las impresoras 3d, esto limita aún más la posibilidad de su masificación, y luego están los costos y materiales. Las máquinas Fdm solo imprimen en 1 o 2 colores y/o materiales, eso limita aún más, y si quieres más colores para un prototipo profesional entonces requieres de una impresora 3d profesional con tamaño y valor no propios para uso doméstico, entonces es una tecnología que aunque útil siempre tendrá una limitación comercial
En sí la impresión 3D aún se encuentra en desarrollo siguen creando tecnologías de escaneo cada vez más económicas mejoras de tiempo de impresión. E inclusive la calidad depende de los polímero a utilizar pero este no es el punto. Lo que me refiero aun está creciendo esta tecnología al igual como el teléfono móvil, antes se creía tonto tener un teléfono excesivamente caro que podías cargar y usarlo en la ciudad si existen teléfonos públicos a cada dos calles es cuestión de tiempo de como evolucione esta tecnología el cual al parecer tomó muchas ramas en poco tiempo. No apresures una respuesta a algo que le falta tiempo aun.
Lástima que ummm titular amarillista empañe ummm buen artículo.
buenos dias,es cierto todo lo que tu dices .pero hay que matizar,todo el mundo no tendra una impresora 3d en su casa.seremos unos cientos de personas solo y la industria.pero estamos llegando a un extremo en que la inteligencia artificial hace todo por nosotros,quizas seamos cada dia un poco mas tontos,burros etc… y ahi esta la cuestion ,uno no le puede pedir peras al olmo,y si hay gente que no entiende ni lo que lee,no le vas a pedir que diseñe o arregle maquinitas.en fin estamos llegando a un nivel de inteligencia muy BAJO,y quizas esa sea la razon.
Totalmente en desacuerdo con este artículo de mierda. Yo gane plata y voy a seguir ganando plata al igual que montón de gente. Acá en argentina se está haciendo de todo! Cuando llegue la impresora en metal se va a poner mejor esto.
Hola Gabriel, nos alegra que estés en desacuerdo con el mismo, eso significa que has podido desarrollar tu profesión dentro de este mundo, y no hay nada que nos haga más felices.
Este artículo es escribió desde el punto de vista de un técnico de fabricación aditiva industrial, y para nada quiere decir que un particular no se pueda ganar la vida con un pequeño taller de equipos FFF, sino que esos equipos hasta ahora no tenían cabida en entornos industriales.
Cuando podamos escribiremos una actualización de este artículo, dado que el sector ha cambiado mucho en los últimos dos años.
Saludos