La compañía XJet, con sede en Israel, ha desarrollado una tecnología de impresión 3D en metal que puede suponer un nuevo salto cualitativo para el uso del metal en determinadas industrias, como las asociadas al sector médico.

Una representación del sistema de chorro de nanopartículas XJet depositando nanopartículas sobre un sustrato. (Todas las imágenes son cortesía de XJet).

La tecnología de XJet es única entre otras formas de impresión en 3D de metal, aunque, como toda tecnología emergente, aún tiene que demostrar los resultados de tecnologías más asentadas. Las dos formas dominantes implican una fuente de calor concentrada, como un haz de láser, o la fusión de las partículas de metal mediante un aglutinante, con una gran cantidad de post-proceso en este segundo caso.

Xjet plantea un enfoque de inyección nunca antes aplicado, depositando gotas de nanopartículas de metal sobre un sustrato para construir capa por capa, de manera similar a otras tecnologías que usan plásticos.

image005_cpvmgzNanoParticule Jetting, por tanto, es un proceso mediante el cual una solución líquida (patentada) – que contiene esas nanopartículas de metal – es expulsada de los cabezales de impresión antes de aplicar temperaturas de hasta 550 ° F / 300 ° altas temperaturas. La «camisa líquida de las nanopartículas» se evapora, fundiéndose el metal. A continuación se retiran los apoyos (lógicamente, este sistema los necesita) y el objeto se somete a «un proceso de sinterización fácil».

XJET afirma que NanoParticle Jetting ofrece una serie de ventajas importantes sobre las tecnologías rivales de impresión 3D en metal. La más obvia es la resolución, que, afirman, puede alcanzar las 2 micras. Si comparamos, vemos que dos de las tecnologías de impresión 3D de metal más usadas, el sinterizado directo de metal por láser (DMLS ) y la fusión de haz de electrones (EBM), son capaces de 20 y 50 micras, respectivamente. Sólo el proyecto conjunto de EOS y 3DMicromac se acerca, con 5 micras.

Otra ventaja es la velocidad, donde XJET afirma que quintuplican la velocidad de impresoras 3D de metal láser (aproximadamente de 2 a 8 milímetros cúbicos por segundo en las máquinas de EOS, dependiendo del material utilizado).

También sugieren un mayor nivel de precisión que sus competidores, así como la densidad de las piezas, rivalizando ya con la fabricación tradicional por mejorar la porosidad de otras técnicas. No se usan gases potencialmente peligrosos, por lo que el espacio de trabajo es más seguro, y, debido a que no hablamos de un sistema basado en un lecho de polvo, se reduce altamente la cantidad de residuo y los costes asociados.

Además, Xjet ha conseguido una financiación de 25 millones de dólares para desarrollar y producir este salto adelante. Les mantendremos en nuestro radar.

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