Investigadores de la MSU imprimen réplicas de huellas dactilares en 3D para demostrar la facilidad con la que se puede falsificar una huella dactilar y la necesidad que esto conlleva de desarrollar scaners y lectores biométricos más seguros.
Aunque no sea algo que usemos muy a menudo en nuestra vida cotidiana, ya hay algunas empresas que registran las entradas y salidas de su personal por medio de la huella digital, y desde hace algún tiempo algunas marcas de teléfonos móviles ya comercializan modelos con lector de huella dactilar incorporado para la identificación de su dueño.
En general, sabemos que son llaves de identificación muy útiles que podrían tener muchas aplicaciones a modo de identificación personal en un futuro muy cercano.
Las huellas dactilares se suelen mostrar a menudo como la llave para resolver casos criminales, llevando de forma clara y directa al delincuente en cuestión, ya sea en series de televisión, películas o en la vida real.
Pero también suelen aparecer en la ficción como una llave única de acceso de seguridad, personal e intransferible, para ciertas personas a ciertos niveles.
No se nos hace extraño ver cómo en estas tramas le cortan un dedo a alguien para engañar los controles de seguridad.
Falsificación de huellas dactilares con impresión 3D
En este punto, cabría hacerse la consecuente pregunta: ¿qué evitará que alguien imprima una réplica de una huella dactilar con impresión 3D y la use para cometer algún crimen?
Aunque suene a guión de Misión Imposible, lo que comentamos podría ser un problema ya mismo.
De hecho, investigadores de la Universidad Estatal de Michigan (MSU), con el profesor Anil K. Jain a la cabeza, han probado que el asunto no es algo de ciencia ficción para nada.
Como parte de su estudio han creado réplicas con impresión 3D de manos a tamaño real con sus cinco huellas dactilares, y han comprobado que son de una precisión tal que desafían a cualquier scáner de identificación de huella digital como los de la policía, el banco o los servicios aeroportuarios.
El estudio
El procedimiento usado para generar estas manos que están logrando desafiar cualquier escáner táctil de seguridad, ha sido usar una impresora 3D de alta calidad capaz de imprimir las mismas arrugas y texturas del dedo de una persona, creando unas huellas tan reales que pueden pasar cualquier sistema de seguridad.
Esto podría crear muchos problemas, desde la suplantación de identidad de cualquier individuo hasta contaminar escenas del crimen o entrar en un país ilegalmente, como ha afirmado el propio director de este estudio.
Os dejamos un vídeo explicativo muy breve.
Como consecuencia de este hallazgo lógicamente surgió otro propósito para este estudio, que fue averiguar lo susceptibles que son los scaners dactilares y los lectores biométricos actuales frente a posibles falsificaciones, y también qué factores entran en juego para garantizar una protección adecuada.
De esta forma, habiendo localizado la laguna de seguridad existente, la tarea ahora sería colaborar con los fabricantes de scaners para diseñar uno que sea resistente a falsificaciones de este tipo.
Conscientes de esta necesidad, el Instituto Nacional de estándares y Tecnología (NIST) ha proporcionado fondos al estudio para desarrollar nuevos modelos y procedimientos de evaluación de huellas dactilares fiables y seguros.
Por supuesto, el sector militar, la CIA o el FBI han mostrado también un gran interés respecto a este proyecto.
Los resultados de este interesante estudio fueron presentados en la 15ª Conferencia Internacional de Grupos de Interés en Biometría, acontecida en septiembre, donde fue galardonado con el premio a la mejor investigación.
¿Conseguirán crear scaners de huellas más seguros hechos a prueba de impresión 3D?
Hasta el momento está suponiendo todo un reto.
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