Investigadores en Irlanda han encontrado un nuevo método de radiografía con escaneo 3D y oro, que podría acabar con la exposición a radiación de los rayos-X. Este método conlleva la inyección de partículas de oro en la sangre antes de hacer el escaneo.
No hay que contar con que los rayos X vayan a desaparecer en poco tiempo. Han estado con nosotros desde 1895 y siguen siendo la herramienta para diagnosticar las lesiones simples en los huesos.
Pero este método de investigadores de la escuela de química del Trinity College y del Royal College of Surgeons de Dublín, Irlanda, podría ser el inicio de una nueva técnica con multitud de usos.
Cómo funciona
Básicamente la técnica reside en el hecho de que el cuerpo libera niveles significativos de calcio en cualquier micro grieta en el hueso.
El equipo del Trinity encontró una forma de unir material luminiscente a estructuras nanométricas de oro, que se desplazan de forma colectiva hacia los depósitos de calcio.
Un simple escaneo revelará una imagen precisa de micro grietas y problemas más serios en la estructura ósea. Por el momento los médicos tienen que inspeccionar visualmente los rayos X buscando daños evidentes y no es inusual que pasen por alto pequeñas fracturas.
Esta técnica resaltaría de forma efectiva cualquier daño, por muy pequeño que fuera, por lo que no habría posibilidad obviar un problema.
Inevitablemente esto conlleva introducir el agente en el torrente sanguíneo y parece tomar el camino largo hasta el mismo destino.
Pero el compuesto es biológicamente seguro y el oro ha sido usado en medicina durante mucho tiempo gracias a su naturaleza inerte y estable.
Los rayos X conllevan un incremento de riesgo de cáncer y el equipo argumenta que su nuevo método podría ser una alternativa mucho más segura.
“Los nanoagentes que hemos desarrollado nos permiten visualizar la naturaleza y la extensión del daño de una forma nunca antes posible”, dijo el profesor Thorri Gunnlaugsson, quien dirigió el equipo junto con la investigadora post-doctoral Dra. Esther Surender.
“Este es el mayor paso adelante en nuestra búsqueda para desarrollar agentes de contraste específicos en el diagnóstico de los huesos para su uso en aplicaciones clínicas”.
¿Qué alcance puede llegar a tener?
Esta nueva técnica irá mucho más allá de destacar grietas y roturas simples. Podría ofrecer un alerta temprana de inicio de afecciones como la osteoporosis, que es un factor importante en fracturas de hueso en pacientes de avanzada edad.
Si un médico puede detectar esa condición de forma temprana y prescribir el tratamiento, el paciente tiene una mejor oportunidad de tener una vida saludable y feliz en su vejez.
Para pacientes que sufren de esa enfermedad, controles periódicos pueden resaltar también los huesos débiles y los cuidados preventivos pueden reducir el riesgo de lesiones serias.
En muchísimos casos los pacientes requieren de prótesis o rehabilitación prolongada que podría evitarse con una señal de advertencia como esta.
Clive Lee, Profesor de anatomía en el Royal College of Surgeons, estuvo muy implicado en el desarrollo de esta innovador técnica de escaneo 3D.
Él piensa que el mayor beneficio vendrá de identificar debilidades potenciales en los huesos, en vez de tratar las roturas después del suceso.
Piensa que estan importante para los atletas olímpicos como para las personas mayores. “Cada día la actividad cotidiana sobrecarga nuestros huesos y produce el desarrollo de microfracturas”, dijo. “Estas son reparadas normalmente por un proceso de remodelado del cuerpo, pero, cuando se desarrollan más rápido, pueden exceder la tasa de reparación, acumularse y debilitar nuestros huesos”.
“Esto ocurre en los atletas y conduce a las fracturas por estrés. En ancianos con osteoporosis, las microfracturas se acumulan porque la reparación se ve comprometida y da lugar a fracturas por fragilidad, comúnmente en caderas, muñecas y columna vertebral.
Las actuales técnicas de rayos X pueden decirnos la cantidad de hueso presente pero no aportan mucha información sobre la calidad del hueso.
No se dice nada sobre los costes potenciales, pero la técnica hace que una pequeña cantidad de oro recorra un largo recorrido y puede costar lo mismo que una radiografía antigua.
La técnica podría ser portátil también, no como los rayos X, porque no hay radiación peligrosa de la que preocuparse.
El documento completo ha sido publicado en Chem, por Cell press.
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