¿Imaginais vivir en una casa salida de una impresora?

¿Prefieres hormigón, o plástico?

¿Biodegradable, o resistente a los fenómenos atmosféricos?

¿ Una casa en un canal, o un nido de araña futurista?

La arquitectura tiene el hábito de adaptar sus estéticas a las nuevas tecnologías, tanto consciente como inconscientemente.

Algunos de los edificios más bellos de la Revolución Industrial, como el puente voladizo Forth Bridge, fueron diseñados por ingenieros, no por arquitectos, por poner un ejemplo.

La arquitectura rápidamente absorbió la idea de construir edificios que reflejaran su cometido.

La frase “La forma sigue a la función” fue acuñada en 1896, cuando quedó claramente establecido que el hormigón, el cristal y el acero permitirían a los arquitectos diseñar edificios con métodos totalmente nuevos, que no tenían nada que ver con lo que había hasta ese momento.

En enero, la revista Wired hablaba de la Landscape House, que se pensó que sería el primer edificio impreso en 3D producido de forma comercial.

Se trata de un edificio con forma de cinta de Möbius, ideado por Universal Universal Architecture en Amsterdam, diseñado por el arquitecto Janjaap Ruijssenaars, y que será impreso de una sola vez con una enorme impresora en 3D creada por el robotista italiano Enrico Dini.

Esta impresora, llamada D-Shape, crea una sustancia similar a la arenisca mezclando arena, o cualquier otro material similar, con un agente aglomerante, formando así capas cuyo espesor puede ser tan pequeño como 5 mm;

su tremenda estructura puede manejar objetos de seis metros en cada dimensión.

Cada impresora puede manipular 2500 m2 de material al año, que equivaldría a 12 casas pequeñas.

Estas impresoras pueden trabajar en tándem en caso de necesidad, permitiendo crear no una casa, sino una calle entera de una sola tacada.

Si es que  funciona.

Landscape House

Es la misma tecnología que la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés), está investigando para construir bases lunares en el futuro, abriendo paso a las aplicaciones espaciales de la impresión 3D tal como hablamos en una entrada reciente; la prestigiosa arquitecta iraquí Zaha Hadid se ha interesado también por su potencial.

Existe incluso un documental explorando la obsesión de Dini en convertir en realidad su sueño de una casa impresa, cuyo título en ingĺés es precisamente The Man Who Prints Houses (El hombre que imprime casas).

Según Ruijssenaars, la Casa Paisaje (nombre traducido de Landscape House) no podría ser construida con tecnología convencional. La estructura impresa será una enorme pieza de roca, completamente sin junturas, con acero y cristal en los lados.

Su forma está concebida para “celebrar el paisaje”, pero también es una demostración de la que debería ser la eficiencia de la impresión 3D, más que cualquier tipo de revolución.

Se supone que será cuatro veces más rápida que los métodos de construcción normales, y también mucho más barata. Dini ha construido un enorme pabellón, de nueve metros cuadrados, para una redonda en Pontedera, una instalación que parece más bien una escultura, pero todo el conjunto no ha costado más que 200 euros.

Y se construye, teóricamente, de forma automática, así que no hay necesidad de contratar constructores, ni de preocuparse por si se hieren o incluso mueren durante la construcción.

Una casa impresa en los canales de Amsterdam

La Casa Paisaje todavía está a la espera de ser construida en 2014, según contó Ruijssenaars  al ser preguntado por las últimas noticias.

En un plazo similar parece que también saldrá a la luz un proyecto holandés similar, una tradicional casa sobre el canal, típica en Amsterdam,  construida por DUS Architects, y que es impresa por un pabellón que a su vez imprime otros pabellones.

Se denomina Kamermaker, y es esencialmente una versión gigante de una impresora de escritorio modelo Ultimaker.

La Kamermaker permanece dentro de un contenedor plateado de 3,5 m de altura junto el canal, donde los arquitectos invitan al público a mirar mientras prueban, afinan y vuelven a probar cada nuevo desarrollo de la impresora.

El plan es construir una casa sobre el canal tradicional, de 3 o cuatro plantas, exactamente en el lugar donde uno esperaría que estuviera una casa sobre el canal, mientras bloguean todo el proceso.

Solamente hay una diferencia con una casa tradicional, y es que esta será un entramado de componentes de polipropileno, unidos entre sí por cable de acero.

Según afirma Hedwig Heinsman, arquitecta de DUS; «No somos arquitectos históricos a los que gusta copiar cosas del pasado.

Elegimos este proyecto precisamente porque aunque parece una casa de canal normal, al mirarla de cerca es totalmente única, nueva y realmente casi psicodélica.

Elegimos este tipo de casa porque los arquitectos están fascinados con las oportunidades meramente técnicas que ofrece esta máquina, pero nosotros estamos fascinados más bien por la idea democrática del código abierto de estas máquinas.

Democratizan la arquitectura.”

La fachada será la primera pieza en ser construida, dependiendo de gran variedad de factores legales y políticos.

Las autoridades locales están aparentemente dispuestas a ayudar, pero naturalmente, las cuestiones legales que abre una casa impresa en 3D todavía están por explorar.

En la medida de que todo transcurra según los planes, la construcción debería comenzar en julio de 2013, y para fin de año haberse terminado la fachada.

Al ser solo un prototipo, se han impreso piezas a escala 1:20, mientras la Kamermaker se prepara para aumentar a escala 1:1.

El clima complica el proceso, pues el viento, la lluvia y la humedad pueden afectar la calidad de la impresión, pero Heinsmann reincide en el hecho de que construir la casa completa es solo una excusa.

En realidad, ella cree que la casa en el canal nunca llegará a ser construida.

El verdadero reto, es que es un gran experimento no hacerlo a puerta cerrada, sino de forma abierta, y el beneficio es el aprendizaje de algo hasta ahora desconocido, lo cual lo hace que el trabajo sea fructifero y divertido, afirma.

Imprimiendo bajo la nieve.

Las piezas individuales están siendo cargadas en Thingiverse  para ser descargadas por quien quiera probar por uno mismo, o quien quiera acceder a ellas para construir algo nuevo.

Cada habitación del edificio será una oportunidad de explorar nuevos métodos de imprimir, usando un nuevo material y dando la oportunidad de estudiar cada ángulo.

En el pasado, las casas sobre los canales tenían diferentes funciones, desde el almacenaje de cosas, al comercio o la vivienda.

En cuanto a la habitación destinada al almacenaje, se ha pensado en convertirla en habitación de reciclaje trabajando en conjunto con una empresa de desechos. Para la cocina, se plantean si podrían imprimirla en almidón de patata.

El interés, en definitiva, es desarrollar nuevas técnicas, y disponer de diferentes expertos científicos desarrollando en conjunto los distintos tipos de habitación.

Optimizando la estructura.

Tanto la Casa Paisaje como la casa sobre el canal se basan en la ventaja de ser cosas que solo pueden construirse con impresoras 3D, pero no son tan radicales como podrían parecer.

Y si no, solo hay que echar un vistazo al proyecto de vivienda de Softkill Design, que realmente sería imposible de construir con mortero y ladrillos. Hay gente que la describe más bien como «un monstruo aterrador».

Los cuatro miembros de Softkill– Nicholette Chan, Gilles Retsin, Aaron Silver y Sophia Tang — se conocieron cuando estudiaban sus grados de máster en arquitectura y urbanismo. En sus proyectos, se centran en la optimización estructural, en construir solo lo necesario para funcionar, descubriendo que al aumentar el grado de optimización la estructura se hacía más fibrosa, lo cual hace que la impresión 3D sea el método perfecto al no necesitar moldes complejos para construir.

La Protohouse 1.0  vio la luz tras año y medio de trabajo,  y es un modelo de casa modelado e impreso a escala a partir de 30 piezas interconectadas, que en conjunto parece algo de ciencia ficción. El algoritmo usado por Softkill imita la estructura del hueso, en búsqueda del balance óptimo entre la forma y la fortaleza estructural, usando la técnica de Sinterización por Laser Selectiva (SLS). A pesar de su apariencia, la Protohouse 1.0 es muy útil para ilustrar los problemas a los que se enfrentarán los arquitectos cuando impriman casas. Toda ella está impresa de una vez, interior, exterior, huecos para fontanería y cableado eléctrico, alfombras, silllas, incluso las bisagras y los pestillos de ventanas y puertas, usando un tipo de resina plástica que debe realizar multitud de funciones.

Protohouse 1.0, Efectivamente, parece un monstruo.

El gran reto de las casas impresas en 3D es la cuestión de cómo percibirá una persona “normal” la vida en un ambiente tan extraño, tanto con respecto a la textura como la estética, enormemente limitadas por la tecnología. En estos momentos, Softkill trabaja en la Protohouse 2.0, la casa que quieren que la gente descargue e imprima por si misma.

No será muy grande (4 m x 8 m y casi 3 metros de altura) pero estará más cerca de ser una casa terminada de lo que podríamos reconocer.

Incluso si alguien no quiere la casa completa, puede (como en el caso de la casa del canal) descargar objetos individuales y usarlos para mejorar su propia vivienda.

Gusanos de seda en lugar de albañiles.

Algo que causará verdadera sensación es pensar que los gusanos de seda pueden construir tu nueva pérgola. Y este es el proyecto que explora  Mediated Matter, un equipo del MIT que trabaja sobre medios de fabricación inspiradas en la biología.

Su pabellón fue construido usando un brazo robótico con libertad de movimientos, para extender un hilo de un km de longitud sobre una estructura. Usa un algoritmo que maximiza la fortaleza estructural y tensional como un gusano de seda, y la gran ventaja es que el brazo robótico permite crear formas que no pueden ser conseguidas con la impresión 3D convencional. El Silk Pavilion (Pabellón de Seda) es la construcción más grande construida de este modo.

Lo mejor, sin embargo, es cuando ponen a 6500 gusanos de seda a trabajar. Los colocaron en la estructura y los dejaron trabajar a su antojo de crear hilos para rellenar en cada uno de los paneles.

Al igual que Softkill  cuando decidió aprender de la estructura ósea, hacerlo a partir de los gusanos de seda ofrece nuevas formas de pensar sobre la fortaleza estructural.

Mediated Matter descubrió que los gusanos emigran de forma natural a las áreas más oscuras, creando paneles más fuertes cuanto más alejados estuvieran del Sol.

Los efectos de luz informan sobre las variaciones en la organización (densidad) del material.

Los gusanos dejaron un agujero en la estructura, en linea con el sol, que actúa a modo de reloj solar.

Al escanear sus movimientos y analizarlos, obtuvieron un algoritmo que les permitirá crear estructuras tan fuertes como las creadas por ellos.

Aunque el Pabellón de seda carece de uso práctico, al ser más un experimento artístico por el momento, se abre la pregunta de si tiene sentido sustituir una modelo existente de construcción por otro nuevo, la impresión 3D, o si será mejor mezclarlos y unirlos entre sí.

¿Que no te gusta el baño? Pues te imprimes otro. ¿Se rompíó la puerta? Imprime otra.

¿Necesitas un cuarto para ensayar? Escanea el muro al que irá unido, descarga un plano y adáptalo a tus necesidades.

Este es el futuro que la impresión 3D puede traer a nuestros hogares.

Fuente: : http://www.wired.co.uk/news/archive/2013-06/04/architecture-and-3d-printing