En uno de los primeros posts de este blog, ya comentábamos el alto impacto ambiental que tiene el plástico ABS como materia prima de la impresión 3D, teniendo en cuenta su origen en el petróleo.
Sin embargo, esta afirmación puede haber pasado a la historia, ya que la empresa 3d Printlife, junto con Sierra Resins ha creado el primer filamento de ABS, , Enviro ABS, especialmente creado para ser biodegradable.
El Enviro ABS es el resultado de la colaboración entre 3D Printlife y un químico de la zona de Boston, que se centra en el empaquetado con plástico biodegradabe y ha creado bioaditivos para cosmética e industrias relacionadas con el sector servicios (hoteles, restaurantes, parques temáticos) que se unen a los plásticos para hacerlos biodegradables.
Según el director de operaciones de 3D Printlife, se empezó a hablar sobre los plásticos usados en la impresión 3D, y a discutir la posibilidad de crear aditivos que pudieran hacer el filamento ABS biodegradable. Así, a pesar de las escasas garantías de que funcionara, estaban muy emocionados sobre la idea de crear ABS sostenible para el consumidor y decidieron que merecía la pena asumir el riesgo.
Tras meses de probar diferentes biopolimeros, mezclas y lineas de extrusión, nació Enviro.
La empresa afirma que Enviro ABS proporciona una buena calidad de impresión, buena resolución, y estabilidad dimensional, lo cual según ellos ha sido validado por expertos independientes. Por ejemplo, el fundador de Sierra Resins afirma estar contento con la calidad de impresión de este filamento, tras casi 5 años de experimentación con materiales y muchas horas de laboratorio.
Además del propio material, 3D Printlife ha creado carretes y embalajes acordes con la idea «ecológica»: El propio carrete está fabricado a partir de material reciclado, y el filamento está contenido en una bolsa de plástico resellable. Estos carretes están diseñados para ajustarse a cualquier impresora 3D del mercado.
A pesar de que el filamento sigue siendo un derivado del petróleo, las bacterias asociadas a los bioaditivos y una vez que comienza a consumirse el filamento, estas se mueven y lo degradan.
Lógicamente, esto no ocurre de forma inmediata, mientras imprimimos o utilizamos las piezas impresas, sino que es necesaria una gran cantidad de bacterias para que se lleve a cabo, como por ejemplo las que existen en el lixiviado de los vertederos.
Por otro lado, para reducir la cantidad de ABS producido y disminuir la cantidad de petróleo utilizado, se recicla el ABS de los vertederos y desguaces, según la idea propuesta por los creadores del filamento.
Fuente: 3dprintingindustry
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