Un paciente de 54 años con un cáncer de la pared torácica ha recibido el primer implante de costillas empleando una prótesis fabricada por impresión 3D en el Hospital Universitario de Salamanca.

La únidad de Cirugía Torácica de este centro médico ya realizó en 2008 el primer transplante de costillas y llevan años buscando integrar nuevos materiales para facilitar la integración de prótesis

La caja torácica es compleja y dificil de replicar, sin embargo, en el caso de este paciente fue necesario estirpar parte de las costillas y el externón, alrededor de los cuales había crecido el tumor.

Normalmente en casos como estos se coloca una placa de titanio para reforzar la estructura de las costillas, pero los resultados no llegan a ser del todo satisfactoros. Sin embargo, con la extensión de la impresión 3D, fabricar prótesis totalmente personalizadas a las necesidades del paciente en materiales biocompatibles como el titanio se está convirtiendo en una opción viable.

Para el diseño de la pieza, el Hospital ha contado con la colaboración de la empresa médica australiana Anatomics, y posteriormente ha sido fabricada en un laboratorio propiedad de la agencia pública de investigación de Australia, CSIRO.

Para el proceso de fabricación se ha empleado una de las máquinas fabricadas por Arcam, basada la fabricación por haz de electrones (EBM), una técnica que funde selectivamente metal en polvo para conseguir formar una pieza mediante capas extremadamente finas.

Para poder crear el modelo que se ajustara perfectamente a la fisonomía del paciente, fue necesario utilizar tomografía de alta resolución, la cual, además, permite al equipo médico disponer de la geometría del tumor y estudiar cómo realizar la operación

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En los últimos meses estamos viendo como se están empezando a emplear prótesis manufacturadas por fabricación aditiva para muy diversas finalidades y cómo esta tecnología está entrando de lleno a fortalecer las posibilidades de una rama científica tan crucial como es la medicina.

Durante este verano hemos visto emplear la impresión 3D para sus primeros implantes de cráneo, para sustituir piel quemada o incluso para fabricar vasos sanguíneos artificiales.

Y en otro orden de cosas la fabricación aditiva de pequeña escala ha permitido experiencias como la de un médico egipcio que ha empleado impresión de estetoscopios de bajo coste para proveer a una Palestina afectada por los bloqueos y el fuerte impulso de fundaciones como eNable en el desarrollo de manos prostéticas de bajo coste.

Mientras tanto, la agencia reguladora de la alimentación y las medicinas en EE.UU. también ha aceptado el primer medicamento fabricado por impresión 3D, abriendo una nueva puerta a nuevas formas de distribución y fabricación de medicinas.

Por lo tanto, estamos viendo que las oportunidades en el sector biomédico de la impresión 3D son muy diversas, valiosas y esperanzadoras; por lo que parece que la fabricación aditiva va a tener un fuerte impacto sobre cómo será la medicina en el futuro.

Fuentes: CSIRO News BlogCNETYouth Independent

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