En esta ocasión nos adentraremos en el mundo de la animación cinematográfica y sobre todo en el uso que se le está dando a la impresión 3D dentro de este, cómo ha evolucionado y las sorpresas que nos traerá.

LA GALLINA Y EL HUEVO…UNA HISTORIA

De todos los medios de entretenimiento que tenemos a nuestra disposición actualmente, en mi opinión, no hay nada mejor que el visualizado de una buena película de animación stop-motion. Lo confieso: soy animador.

La animación stop-motion es más antigua que el cine en sí. Los primeros experimentos cinematográficos como el Zootropo o el Phenakistoscope eran animación.

La primera película oficial que contenía escenas de animación The Enchanted Drawning que data de 1900. Más tarde, en 1905, el ingeniero turolense Segundo de Chomón crea la que se considera primera película stop-motion de la historia, El Hotel Eléctrico.

En la actualidad esta fantástica manera de creación visual ha encontrado un extraordinario aliado en la impresión 3D. En al año 2015 el director Charlie Kaufmann la usó en el film «Anomalisa» para la creación de las caras de los personajes y, previamente, la impresión 3D también fue utilizada en la serie de animación stop-motion «House of Monsters» para la creación de expresiones intercambiables para cada uno de los personajes.

caras

 

NO PULSE RENDER, PULSE PRINT

En la animación stop-motion 1 segundo significa 24 cuadros (si hablamos de cine, en el caso del vídeo son 25 cuadros en sistema PAL y 30 en sistema NTSC), por lo tanto consiste en repartir el movimiento de personajes y escenario en esos 24 cuadros para crear los efectos de movimiento deseado.

Cabe destacar que la mayoría de los programas para modelar una pieza para imprimir en 3D también tienen un módulo de animación, por lo tanto bastaría con imprimir los 24 cuadros de una animación y fotografiarlos en la misma posición para tener un segundo de animación.

Los estudios LAIKA, con sede en EE.UU, son punteros tanto en la creación de películas de animación stop-motion, como en la utilización de la impresión 3D en las mismas, habiendo obtenido un óscar de la Academia en el apartado técnico y científico por la utilización de la impresión 3D en sus tres películas hasta el momento: «The Boxtrolls«, «Paranorman» y «Coraline», que también fueron nominadas a los Oscars «normales» en la categoría de mejor película de animación.

El día 26 de agosto de 2016 se estrena mundialmente su cuarta película, «Kubo y las dos cuerdas mágicas». Es por ello que vamos a analizar las innovaciones que aporta este film en materia de impresión aditiva.

Para la animación de las expresiones faciales de todos lo personajes de Kubo, LAIKA hizo el modelado, el texturizado y la animación de las caras de los personajes por ordenador, lo que resultó en un total de 22 millones de figuras faciales impresas.

LAIKA se estrenó con esta técnica en su film inaugural «Coraline» y ha continuado extendiendo los límites de la misma en sus siguientes films.

En su cuarta película se han utilizados las técnicas más innovadoras en la impresión 3D multimaterial, de la mano de Stratasys y su centro de I+D en Israel combinado con el revolucionario driver multi-impresora Cuttlefish de Fraunhofer.

kubo

 

LA FABRICACIÓN ADITIVA LLEVANDO LOS NÚMEROS Y LA CALIDAD MÁS ALLÁ DE LO CONOCIDO DESDE EL PATIO DE BUTACAS

Cuttlefish hace posible lo que hasta ahora era muy difícil de obtener: una impresión en color de calidad máxima, en cualquier material, en cualquier geometría y reproduciendo fielmente cualquier gradiente o transición entre colores, además de ofrecer una perfecta previsualización del objeto antes de la impresión.

«Nuestros primeros tests fueron fantásticos» asegura Brian McLean, director del departamento prototipado rápido en LAIKA.

Nunca habíamos visto un resultado tan preciso y detallado en una impresión 3D a plástico a color».

En el film también hay un personaje completamente impreso en 3D llamado Moonbeast, que ha sido construido en 850 piezas exteriores individuales y con un armazón interno de 250 piezas, midiendo finalente 22,4 metros. Moonbeast es el primer personaje de LAIKA íntegramente realizado con fabricación aditiva.

La mayor dificultad que acarreó el personaje Moonbeast es que, al ser tan grande la animación del mismo, supone mucho tiempo debido a las sutilezas en el movimiento.

Se necesitaban producir 24 cuadros por segundo en la película pero solo se podían imprimir 20 cuadros en 40 horas.

Por tanto, cada segundo del film tardó una media de 60 horas en ser impreso, lo que supone aproximadamente un año y medio de tiempo de impresión total para toda la película.

moonbeast

 

Como se puede ver, los números de la fabricación aditiva en la industria cinematográfica crecen a velocidad de vértigo, tanto en volumen como en calidad, lo que hace que , en un futuro, próximo podamos esperar de este sector muchas sorpresas agradables.