Un equipo de investigación de la Duke University, situada en Carolina del Norte, ha utilizado supercomputación para crear una simulación extremadamente realista del flujo sanguíneo del cuerpo humano, para ello se ayudan de impresión 3D de alta precisión con el fin de comprobar el nivel de detalle alcanzado.

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Este experimento se ha realizado con el fin de ayudar en el tratamiento de enfermedades cardiovasculares en las que se precisa la intervención del paciente utilizando stents y otras modificaciones quirúrgicas invasivas, las cuales conllevan efectos secundarios como coagulación de la sangre, moratones y otras complicaciones. Estos efectos resultan muy complicados de predecir para los equipos médicos, por lo que la calidad y cantidad de información que reciban del paciente resulta crucial.

Los investigadores creen que una representación virtual exacta del flujo sanguíneo humano permitirá a estos profesionales predecir los posibles efectos secundarios de los tratamientos, lo que se traduce en métodos quirúrgicos más seguros para el paciente.

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Mediante la utilización de tomografías computarizadas y resonancias magnéticas de una sola persona, los investigadores obtuvieron una imagen 3D de todo el cuerpo, obteniendo una malla de superficie que representa la geometría de los vasos sanguíneos de la que luego tuvieron que separar los nodos de fluido y los de pared. Para procesar todos estos datos se tuvieron que valer de una de las 10 supercomputadoras más potentes del mundo, la cual les permite manejar el modelo completo.

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Este es un ejemplo más de las posibilidades que la impresión 3D ofrece para cada rama del sector médico y del cual seguro volvemos a tener noticias en el futuro.

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