Tras los titulares emitidos por Stratasys recientemente, nos aventuramos a analizar cómo piensa esta marca romper los límites actuales de la impresión 3D industrial, y las repercusiones que esto puede tener sobre la industria actual.

¿Es esta la próxima etapa para Stratasys? A pesar de las buenas perspectivas de la industria de la impresión en 3D en su conjunto, Stratasys ha estado luchando por entrar en la producción industrial en masa, al igual que su principal competidor 3D Systems, este gigante de la fabricación aditiva ha sido incapaz de darse cuenta de las cifras de crecimiento del sector, importantes durante más de un año. Como resultado, la compañía ya ha reemplazado al CEO, David Reis por Ilan Levin en julio y anunció su intención de cambiar su enfoque actual a la producción en masa de la impresión 3D. Mientras que algunas personas dudan que Stratasys siga siendo el gran innovador que solía ser, los críticos, al menos, podrán tener una visión con más esperanza con el último anuncio de la compañía de una nueva generación de impresoras 3D industriales.

Y parece que la próxima generación tiene que ver con romper con el paradigma tradicional de la fabricación en 3 ejes con su tamaño de construcción limitado. Sus dos nuevas máquinas, «Infinite-Build 3D Demonstrator» y «Robotic Composite 3D Demonstrator», son variaciones de la impresión en 3D en diferentes ángulos. La máquina «Infinite-Build 3D Demonstrator» funciona en el plano vertical, con lo cual es posible, en teoría, la impresión de piezas de un tamaño infinito que se crean de manera lateral desde de la plataforma de construcción.

El segundo prototipo, «Robotic Composite 3D Demonstrator», por su parte, se vale de los controles de movimiento desarrollados por Siemens y el software PLM para su plataforma de impresión, lo que permite que la impresión en 3D se pueda realizar desde todos los ángulos. Ambos, sin embargo, están destinados por completo para el sector aeroespacial y la fabricación de automóviles, esto asegura que la impresión 3D industrial es más abierta y útil que nunca.

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Como habréis notado, ambas máquinas se llaman «Demonstrator», y eso es debido a que estas tecnologías están todavía en su fase de prueba conceptual. Sin embargo, ambas se podrán ver en la Exposición Internacional de Tecnología de Fabricación (IMTS) 2016 en Chicago, del 12 al 17 de septiembre, formando parte de la campaña de Stratasys «WE’ RE SHAPING WHAT’S NEXT». Esa visión se basa en las respuestas de los clientes acerca de los desafíos a abordar en la impresión 3D industrial. Y la respuesta Stratasys es clara: los flujos de trabajo de impresión en 3D necesitan alinearse mejor con las necesidades individuales de cada cliente, con las métricas de costes y plazos de entrega más eficientes, mientras que todo el concepto de la fabricación aditiva debe ser más flexible y expandirse en diferentes direcciones.

De la impresión vertical a la horizontal

La atención de Stratasys se centra de nuevo por completo en aplicaciones industriales (después de un breve experimento con la impresión 3D MakerBot y las impresoras desktop), como ya era evidente a partir de su cambio de política. Los dos nuevos sistemas de impresión 3D se dan a conocer , y es lógico, en el marco de las nuevas asociaciones con Boeing y Ford, que serán las que explorarán las nuevas aplicaciones para este hardware revolucionario.

El mayor avance que aportan los dos nuevos prototipos es sin duda el nuevo sistema Infinit-Build 3D, que elimina todas las restricciones de tamaño, rotando literalmente la impresión en 3D de vertical a horizontal. En combinación con una plataforma de construcción de tipo industrial el volumen de impresión se expande hacia el infinito. También incorpora un nuevo sistema FDM de carga del material, a diferencia de las anteriores impresoras FDM de Stratasys, el material no se carga mediante un filamento, si no mediante un depósito que almacena pequeños «pellets» del material a imprimir lo que aumenta la velocidad de impresión por diez.

Como explica la compañía, se ha diseñado para fabricar grandes piezas ligeras, en termoplásticos con propiedades mecánicas habituales en la industria aeroespacial, de automoción y otras industrias. De hecho, Boeing ha desempeñado un papel muy importante en la definición de los requisitos para esta nueva etapa de la fabricación aditiva, y actualmente ya está explorando la posibilidad de la utilización de un volumen tan grande. Ford también está probando, y  trabajando, con Stratays en el desarrollo de nuevas aplicaciones en el sector de automoción, que antes no eran posibles debido a restricciones de tamaño.

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Sin limitación de ejes de impresión

El «Robotic Composite 3D Demonstrator», por su parte, tiene la clara intención de fabricar piezas más precisas y funcionales de un tamaño más pequeño. Esto ha sido facilitado por el sistema de control de movimiento Industrial de Siemens. Es esencialmente una impresora 3D montada  en un brazo robótico que elimina las limitaciones geométricas existentes mediante la impresión en 3D a través de un sistema de movimiento 8 ejes tanto de la plataforma como del extrusor. Esto permite la creación de geometrías muy precisas y significa que el material se puede colocar en cualquier lugar y en todas partes, dejando de lado la fabricación por capas, lo que reduce en gran medida la necesidad de estrategias de apoyo complejas.

Como reveló Stratasys, se pretende principalmente atraer a la fabricación aditiva a industrias tales como la del petróleo y gas, la médica y, por supuesto, la industria aeroespacial y automovilística, donde se utilizan ámpliamente estructuras fuertes, complejas y ligeras fabricadas a partir de materiales compuestos. En casi todos los casos, sin embargo, los procesos de producción existentes son muy laboriosos por las limitaciones geométricas. El «Robotic Composite 3D Demonstrator» supera estas limitaciones a través de la impresión en 3D en un sistema de 8-ejes, lo que permite la producción de estas partes casi completamente de forma automática.

Según el CEO de Stratasys Ilan Levin, ambas máquinas ilustran su renovado compromiso con la innovación industrial. «Stratasys es la constatación de nuestro éxito sobre la fabricación con aplicaciones tales como coadyuvantes de fabricación, moldes de inyección y mecanizado de material compuesto, y el aprovechamiento de nuestras relaciones con los líderes innovadores de la industria para ampliar aún más la aplicabilidad de la fabricación aditiva en entornos de producción», dijo Levin. «Consideramos que el nivel de integración de fábrica, automatización y monitorización del rendimiento potencial que ofrecen estos nuevos prototipos servirán de catalizadores para la transformación en la industria 4.0.

Si bien estos avances son muy prometedores , sin duda, será más comprobables en la IMTS 2016 en septiembre. Pero una cosa parece clara: Stratasys está listo para dar rienda suelta a la siguiente fase en la impresión 3D industrial.

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