En este blog hemos hablado en diversas ocasiones acerca de los aspectos a tener en cuenta a la hora de comprar una impresora 3D, pero tras muchos años de aciertos, y sobre todo decepciones, es el momento de hacer una advertencia de lo que nunca debemos hacer durante este proceso.
Para ello nos basaremos en una experiencia reciente adquiriendo una impresora 3D de capacidades «profesionales» de la marca JTF 3D, la cual se comercializa casi en exclusiva a través de la web ifushionshop.com.
Como ya comentaba al principio, durante todos estos años de experiencia en el sector de la fabricación aditiva hemos tenido numerosas sorpresas a la hora de probar equipos de diversos fabricantes.
Muchas de estas sorpresas fueron decepcionantes por motivos que comentaremos a continuación, pero este caso ha superado con creces a todos los demás y por ello decidimos escribir un artículo que ayude a los demás a no cometer los errores por los que nosotros ya hemos pasado.
1. Nunca compres una impresora 3D sin valorar de forma concienzuda tus necesidades reales.
En este y otros blogs especializados podrás encontrar artículos que te orienten acerca del equipo que debes adquirir según tus necesidades.
En primer lugar deberás tener en cuenta cuál será el uso que necesitas darle a tu impresora, y lo sentimos mucho, pero UNA IMPRESORA DE BAJO COSTE NO PUEDE SER PROFESIONAL.
Si no quieres hacer caso a estas palabras echa un ojo a cualquier portal de venta de segunda mano y podrás comprobar la cantidad de personas que pensaron que una máquina de 600€ les valía para realizar pequeños trabajos y han acabado desistiendo en pocas semanas o meses.
Lo peor de esto es que muchas de esas personas acabaron pensando que la impresión 3d no era la herramienta que necesitaban, ya que acabaron más tiempo calibrando o reparando sus impresoras que imprimiendo.
2. Una impresora barata NUNCA puede ser profesional.
Esta frase parece bastante evidente, y en la mayoría de sectores productivos resulta obvia, pero el sector de la fabricación aditiva se hizo popular por las impresoras autorreplicadas y el espíritu «do it yourself», lo que provocó que miles de personas sin conocimientos previos en estas tecnologías se convirtiesen en «fabricantes de impresoras» o también llamados «makers».
Esto fue y sigue siendo algo magnífico, ya que facilitó que los precios de los equipos de tecnología FDM se redujeran de forma considerable y por lo tanto que fuesen accesibles para estudiantes, investigadores, curiosos e incluso profesionales.
Gran parte del equipo humano de este Blog proviene de ese mundillo y muchos seguimos manteniendo nuestra impresora kit en casa.
Pero una parte de este mundo «maker» de la fabricación aditiva también tiene un lado oscuro, que provoca tremendas decepciones a los usuarios o profesionales que adquieren uno de estos equipos.
Esto se debe a que la mayoría de estos equipos, se adquieran ensamblados o no, se comercializan como «kits de montaje», ya que así se evita tener que certificarlos ante industria y así se ahorran aproximadamente un 10% del valor de adquisición de estos equipos por otros fabricantes.
3. ¿Cuál es el problema con los kits de montaje?
Como resulta evidente, en primer lugar nos encontramos con que estos equipos no tienen ningún tipo de garantía, por lo que tendremos que atenernos a la buena voluntad de su fabricante en el caso de que al adquirirlos no funcionen como deberían.
Nosotros a este respecto hemos trabajado con fabricantes que se han esmerado para que sus equipos funcionasen a la perfección aun a pesar de que no era su obligación legal, y hemos tratado con otros tantos como el que comentábamos al principio que nos decía que el problema era nuestro, que tras casi 10 años de experiencia en este sector, no sabíamos imprimir.
Sin embargo cuando llevamos el equipo a un tercero para que comprobase si el fabricante estaba en lo cierto, nos encontramos con que los extrusores estaban mal montados, la máquina desequilibrada, los husillos torcidos, la electrónica mal configurada y un marlin obsoleto instalado.
¿Y cuál fue la solución?
Volver a rehacer casi por completo la máquina sin ningún tipo de ayuda o soporte del fabricante en cuestión, e invertir en ella casi una tercera parte de lo que nos había costado, superando las tres cifras.
Por todo esto vuelvo a la frase del principio, un equipo profesional tiene su precio, y todo lo que os podáis ahorrar, puede venir revertido en forma de horas perdidas y reparaciones innecesarias.
4. El coste de mantenimiento de un equipo puede superar al de adquisición.
Algunos fabricantes utilizan una estrategia poco decorosa para ofertar equipos más económicos que su competencia catalogando partes vitales de sus tecnologías como consumibles.
Esto provoca que una rotura común que debería ser cubierta por la garantía se considere defecto de uso y acabe desembocando en una inversión nada grata, que en ciertas tecnologías puede superar los miles de euros.
Para esto debéis informaros muy bien de los elementos cubiertos por la garantía de un equipo y de los errores comunes que suele tener el mismo, ya que «casualmente» estos suelen coincidir.
Recomendamos obtener información de fuentes imparciales que no se vean influenciadas por una u otra marca, ya que de lo contrario estaremos muy lejos de saber la verdad.
A este respecto, estaremos encantados de ayudar aportando nuestra experiencia en el uso y comercialización de la mayoría de marcas profesionales del mercado, podéis escribirnos a través de los comentarios de este artículo o al correo electrónico que se enlaza aquí.
5. Los consumibles pueden encarecer tus impresiones más de lo que pensabas.
Como muchos sabéis, existen equipos de impresión que utilizan consumibles propios de sus fabricantes y otros que nos permiten utilizar materiales de terceros.
Cuando hablamos de consumibles no solo nos referimos a los materiales que cada equipo utiliza para fabricar, también se incluyen material de soporte, infiltrantes, materiales para quitar los soportes y herramientas para realizar postprocesos.
A la hora de escoger entre un equipo u otro deberemos tener en cuenta los costos de producción del mismo así como su tiempo de amortización, por lo que no tengáis miedo a pedir que os hagan una simulación de impresión de un diseño en concreto en la que se incluyan todos los costes necesarios durante un tiempo de vida determinado.
6. Una impresora 3D más grande no siempre es ideal para imprimir piezas grandes.
Muchos hemos creído en algún momento que disponer de una impresora 3d más grande nos ayudaría a imprimir piezas de mayor tamaño con menos esfuerzo, pero en la mayoría de casos NO ES ASÍ.
Imprimir cualquier pieza requiere de un tiempo mínimo que no podemos reducir, de hecho suele ser recomendable utilizar ciclos de impresión lentos para aumentar la calidad y reducir riesgos.
Cuando queremos imprimir un diseño que supere, por ejemplo, los 20 x 20 cm debemos tener en cuenta que es muy probable que esté necesite más de 10 horas en fabricarse dependiendo de la tecnología y características de impresión que utilicemos.
Por lo tanto, cuando ampliamos las proporciones de impresión, también se incrementan las horas de forma exponencial, pudiendo alcanzar las 24, 36 o incluso 70 horas.
Muy pocos equipos están realmente preparados para asumir tal cantidad de horas sin un riesgo de fallo importante, y es que son muchos los factores a considerar para una impresión prolongada sin errores.
Por ello nuestra experiencia nos dice que es preferible dividir un diseño en todas las partes que podamos y posteriormente ensamblarlo que imprimirlo todo de una sola vez.
Nuestra experiencia con la impresora JTF 3D
En el caso de ejemplo que estábamos comentando, nosotros compramos el modelo JTF3D + con doble extrusor, un equipo con una superficie de impresión de 30 x 40 cm, los cuales no deberían ser un problema.
Pero os puedo garantizar que ese equipo no venía preparado en mecánica ni electrónica para soportar sesiones de impresión de más de 8 horas y cuanto menos a imprimir diseños que ocupasen la totalidad de la superficie de impresión.
Tras las modificaciones que le hicimos hemos podido imprimir piezas de más de 55 horas sin problema, pero eso requirió modificarlo por completo como ya hemos explicado con anterioridad.
Esperamos que estos consejos resulten útiles para todos aquellos que se encuentren en proceso de adquirir un equipo de fabricación aditiva y que los errores de unos sirvan de lección para otros, para cualquier duda o consulta no dudéis en escribirnos.
No estoy de acuerdo. Tengo máquinas de 600 euros e imprimo sin problema piezas grandes e incluso imprimo piezas que tardan 36 horas o mas. Su precisión es muy buena logra una excelente terminación.
Hola,
Tampoco estoy de acuerdo, tengo la CR-10S5, es una impresora grande y barata, tiene muy buena calidad, toma tiempo entender cómo calibrarla de manera adecuada, una vez que lo haces, es muy sencillo, es la curva de aprendizaje. Tiene muy buenos acabados, te puedo decir que superó la expectativa,
Hola Erie y Alex, nuestro punto de vista siempre se basa en sectores profesionales e industriales, es cierto que las impresoras domésticas actualmente funcionan bastante bien, pero si calculas la cantidad de horas que estas requieren para obtener resultados dejan de ser rentables para una empresa, ya que el coste de mano de obra con una de estas máquinas siempre supera el de fabricación, teniendo en cuenta curva de aprendizaje, fallos durante la impresión y tratamientos que se deben hacer después de la misma.
Un artículo que es pura demagogia y que o bien esta tergiversado o demuestra poco conocimiento de lo que habla… Sorprendente para la página que es. Hay impresoras baratas que hacen su trabajo de lujo y que sólo necesitan un buen ajuste y no volverse locos
Hola Yomismo, desconocemos tu nombre y correo electrónico, por lo que no podemos responderte como nos gustaría.
Ese artículo está basado en los 14 años de experiencia que tiene nuestro equipo trabajando en entornos industriales con fabricación aditiva.
Ya hemos explicado muchas veces que las horas de trabajo de un profesional cuestan mucho dinero, por lo que este no puede perderlas ajustando una impresora o reimprimiendo un modelo varias veces hasta que el mismo sale como debería. Por este motivo no se pueden utilizar impresoras caseras dentro de entornos industriales, cuando tengas la oportunidad de hacerlo, lo comprobarás.