Cuando se piensa en el servicio que la impresión 3D en metal podría tener para la industria automovilística, no se espera que sea el sector de los neumáticos el que más se interesa por esta tecnologia.
De hecho, ya hablamos hace tiempo del primer coche impreso en 3D, y de como la generalización de la tecnología llevaría a estas máquinas a más sectores, o permitiría el abaratamiento de otros procesos, costosos hasta ahora, como los motores para cohetes espaciales.
Es posible utilizar la impresión 3D de forma directa para fabricar neumáticos (o al menos, prototipos) , y ya hay al menos un precedente de ello, la marca Continental, que adquirió una impresora 3D de FDM (Fused Deposition Modelling) para crear algunos prototipos; sin embargo, la lentitud del proceso les hizo cambiar a una impresora Zprinter, que se reveló una mejor opción, no sólo por la velocidad a la que producía las muestras, sino por el menor mantenimiento requerido y el menor precio de los materiales utilizados en la impresión.
Sin embargo, hoy queríamos fijarnos en una aplicación no tan evidente en el sector: para crear los moldes que producen los característicos surcos de los neumáticos.
Las impresoras permiten crear diseños imposibles de producir por los métodos tradicionales. Como sabemos, los surcos de las ruedas.
Además, rapidamente y con menos costes, se pueden producir moldes de prueba con diferentes iteraciones en los diseños, que pueden ser testados antes de fabricarse a mayores escalas.
La delicadeza del trabajo se entiende si se piensa que son esos surcos los responsables de que nuestras ruedas se adhieran al pavimento en condiciones tan diferentes como un pavimento mojado y otro seco. Para experimentar estos nuevos diseños, diversos fabricantes de neumáticos se han decidido a usar las impresoras proX Series, capaces de imprimir directamente en 3D piezas metálicas.
Estas máquinas utilizan una técnica de sinterizado láser (SLM), que producen las piezas a partir de mezclas de material en polvo, obteniéndose de forma más rápida que el torneado o el moldeado por inyección., tal como se ve en el vídeo más abajo, en el que se imprimen estos moldes precisamente (minuto 1:00).
Además, se puede imprimir en piezas densas con paredes más finas, bordes más afilados y detalles más complejos incluyendo espacios para la ventilación, que sus contrincantes tradicionales.
A esto se le añade la variedad de metales, entre los que se encuentra el acero, el acero inoxidable, superaleaciones, aleaciones no férricas, metales preciosos y aluminio.
Estos intrincados moldes serían útiles para fabricar mejores neumaticos, que permitirían una mejor tracción y un mayor control, y por lo tanto, una mayor seguridad en la carretera (y ojo, que quien dice coches, dice cualquier vehículo a ruedas).
En cualquier caso, es un pequeño avance, de los muchos que aún quedan por producirse, para llegar a formas de transporte más sostenibles.
Por otro lado, y hablando de neumáticos, un reto al que debe enfrentarse la industria es la fabricación de los mismos utilizando materiales reciclados, y más fácilmente reciclables, dado el gran número de ellos que se amontonan cada año en vertederos y escombreras,y que contienen sustancias contaminantes.
Parece ser que Michelín y Bridgestone ya están en ello.
Seguro que la impresión 3D puede serles de utilidad.
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