Una vez que un producto es adquirido, comienza el uso de su vida útil y requerirá de mantenimiento para poder continuar su operación, incluyendo también, en muchos casos, los repuestos.

Industrias como la automoción o la aeronáutica se encuentran con regulaciones que imponen períodos de tiempo en los que tendrán que seguir estando disponibles repuestos aunque el producto haya dejado de fabricarse.

La posibilidad de digitalizar y fabricar bajo demanda es para el sector post-venta a la vez una oportunidad estratégica y una amenaza a los actuales actores. La accesibilidad a las piezas adecuadas en el momento en el que son necesarias para las tareas de mantenimiento, reparaciones y operaciones es clave, y en ocasiones difícil de predecir.

Situación actual del mercado de recambios y respuestos

La situación actual obliga mantener inventarios estimativos de las piezas necesarias, con el coste de almacenaje y previsión que esto conlleva.

Además, una disponibilidad inmediata y cercana al lugar donde se desarrollan las operaciones disminuye el tiempo de inmovilización, factor clave en algunos sectores como el aeronáutico o el transporte por tierra comercial.

En cambio, la impresión 3D plantea un nuevo escenario en el que sería posible crear in-situ las piezas necesarias. Para ello, sería necesario disponer de un catálogo digitalizado accesible y de talleres con las tecnologías de fabricación aditiva y acabados necesarios.

De esta forma, se acaba con el almacenamiento de piezas, desaparecen los costes de transporte y se permite un soporte más prolongado a productos de generaciones anteriores. Sin embargo, sigue siendo un reto conseguir alcanzar los estándares de calidad necesarios y cumplir con los procesos de certificación establecidos.

Posibilidades y oportunidades de la impresión 3D en el mercado de repuestos

La situación actual del mercado de componentes del automóvil nos muestra un mercado con alta competencia por parte de fabricantes originales y fabricantes bajo licencia.

Algunos de los fabricantes, como Audi, han hecho explícitas sus investigaciones para el uso de la fabricación aditiva en el campo de los repuestos, algo que sería una implicación directa también de la inclusión de piezas fabricadas por impresión 3D en los modelos salidos de fábrica, como plantean BMW y Rolls Royce.

Si saltamos al sector ferroviario, potentes empresas alemanas como Siemens y EOS están apoyando la iniciativa de Deutsche Bahn para la fabricación de repuestos, contando con algunos de los mayores actores del sector.

Aunque el del automóvil es el sector industrial de mayor extensión, este mismo concepto interesa en gran medida a otros, primando el aeroespacial y la defensa.

Los costes de inmovilización de aeronaves son muy altos y los problemas pueden aparecer en aeropuertos remotos, lejos de las bases de operación de las aerolíneas. Gran parte de los fabricantes tienen la mirada en esto y actores como Airbus se han aliado con SAP para disponer de catálogos de piezas que favorezcan la fabricación distribuida.

Desde una perspectiva de defensa, la situación es mucho más estricta y más cuando se habla de disponer de repuestos en el campo de batalla. La fabricación directamente a partir de materiales facilita el suministro de repuestos y reduce en gran medida el material a transportar y mantener.
El ejército chino ya ha anunciado estar catalogando miles de componentes con este fin, y la fuerza aérea israelí estudia utilizar impresión 3D para los repuestos de sus cazas, mientras ha empezado ya a fabricar UAVs (aeronaves no tripuladas).

Estamos entonces ante una aplicación prometedora, con un gran potencial y en un caso de estudio que parece canónico para la impresión 3D, pero que todavía ha de saltar a la práctica.

Otros artículos de interés:


Suscríbete

Recibe en primicia las últimas noticias en impresión 3D