El pasado 25 de septiembre China puso en órbita de forma satisfactoria el satélite experimental Pujiang-1. Forma parte de de los planes para potenciar internet como vector de transformación de la economía china y tiene como objetivo principal facilitar el desarrollo de Smart-Cities.

Este satélite supone la primera vez que China emplea la impresión 3D en un vehículo espacial. Ha sido desarrollado por la Shanghai Academy of Spaceflight Technology y tiene la intención de demostrar el funcionamiento de nuevas tecnologías. Entre ellas se encuentra la base de la antena de comunicaciones, que fue fabricada en titanio mediante técnicas de manufactura aditiva.

Según sus desarrolladores, esta estrategia de desarrollo ha permitido fabricar y ensayar en varios días, reduciendo un proceso que con técnicas tradicionales conlleva largos plazos de tiempo. Esperan que con estas nuevas estrategias puedan reducir los plazos que implica el desarrollo de satélites en China, sujeto, como ocurre en la industria aeroespacial, a largos programas de validación y ensayos.

Fue lanzado en un lanzador de pequeño tamaño y combustible sólido, el Larga Marcha 11, junto con otros tres satélites experimentales. Además, de emplear la impresión 3D, servirá para ensayar un sistema muy novedoso que emplea el Wi-Fi dentro del propio satélite para interconectar sensores sin cableados y que podría llegar a funcionar para intercomunicar varias naves cercanas. También servirá para demostrar el funcionamiento de nuevos componentes miniaturizados como bombas, intercambiadores de calor y microprocesadores. Además emplea un sistema estandarizado para poder cambiar fácilmente los instrumentos y reciclar el diseño con nuevas aplicaciones.

La industria aeroespacial es una de las industrias donde el país va a tener cosas muy importantes que decir y donde se está posicionando como una de las principales potencias emergentes. Además, en el último año hemos observando un fuerte apoyo para la adopción de tecnologías de impresión 3D de alta calidad en muy diversos campos en China.   En los últimos meses, han saltado a los medios importantes noticias sobre su uso en medicina y hace pocas semanas llegó la noticia de que su ejército está creando un catálogo de piezas de repuesto. El objetivo es poder reponer directamente los componentes dañados sin tener que disponer de repuestos para todas las piezas. Una estrategia que también ha adoptado en su flota. Por lo tanto, no es de extrañar que sigamos viendo noticias similares relacionadas con la expansión de estas tecnologías en el país asiático.

 

Fuentes: Want China Times, Spaceflight Insider, Gunter’s Space Page